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A prueba de Fuego
Mirai Yano
(耐火, Taika)
Información
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Número 35
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Saga La Danza del Agua (Saga)
Personajes
Mirai Yano

A prueba de Fuego (耐火, Taika ) es el capítulo # 35 de las Crónicas de la organización Mikazuki.


.-Alguien que no conoce su espada, no merece ser portador de esta- Finalizó Nao - Pobre... Tal vez si ese día lo hubiera detenido, no hubiera visto la necesidad de matarlo ahora, Dios...

El cuerpo ya sin vida del hombre gigante retomó su forma humana revelando cerca del corte mortal un sello desconocido para Nao.

Observando con cuidado y curiosidad, el shinobi de hielo memorizó el símbolo con el kanji "獣" marcado, ya luego lo discutiría con su equipo, tomó la pesada espada y desapareció en la oscuridad

• • •

.-Hablas demasiado- exclamó con agresividad Zack lanzándose a atacar con su enorme espada, en un rápido movimiento su contrincante desenvainó a Nuibari deslizándola por el filo de su espada e intentando ensartarlo con ella.

Zack y Mirai forcejeaban con sus armas iniciando así una batalla de expertos espadachines.

.-¡¡Shinku, Ame encuentren a Seishin y los demás!!- exclamó Zack y a las dos mujeres no les quedó más que escapar con rapidez.

.-Zack…- pensó con preocupación Ame alejándose cada vez más del sonido metálico de las espadas chocando.

.-Eres bueno…- halagó Mirai dando un salto hacia atrás que lo distanció prudentemente del Uzumaki.

Un jadeo de cansancio escapó de ente los labios Zack.

.-Hm, hace mucho que no tenía una buena batalla- dicho eso se lanzó como un rayo contra el hombre de los ojos morados y nuevamente ambos shinobi blandieron sus espadas con agilidad, esquivando cada ataque, demostrando sus reflejos expertos, perfeccionados en tantas viejas batallas.

Una nueva llamarada tan potente como la primera se abalanzó sobre sí, saltó hacia atrás ubicando rápidamente su espada entre su cuerpo y la llamarada para protegerse, nuevamente dio un salto hacia una gruesa llama cercana.

.-¡¡Elemento Fuego: Gran Bola de Fuego!!- una gigantesca y potente bola de fuego fue expulsada por su boca.

Mirai la esquivo sin ninguna dificultad con una grande y satisfecha sonrisa.

.-Hm… Demasiado bá…- no logró completar su frase pues otro ataque esta vez mucho más potente le atacó por la espalda.

.-¡¡Elemento Fuego: Condena del Ave Dorada!!-Tres gigantescas llamaradas con forma de plumas atravesaron a Mirai por la espalda dejándole gravemente herido.

.-Con que lo otro era una distracción ¿he?- dijo girándose lentamente sin borrar su sonrisa- como un buen caballero debo estar a la altura de mi rival…- caminó peligrosamente unos cuantos pasos, Zack no bajaba la guardia pero tampoco atacó.

.-Repito, hablas demasiado…- dijo Zack sin variar su seria expresión.

• • •

Sabía que debía apresurarse, toda su vida había corrido, a veces huido, otras luchado. “Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.”


Una pequeña Seishin, practicaba sin descanso su puntería con algunos muñecos de entrenamiento.

Dio un brinco al aire y lanzó sus Shuriken hacia abajo con fuerza, sin lograr atinar a ningún muñeco. Suspiró.

.-¿Por qué…?- aterrizó sobre sus pies agotada.

Una mujer anciana se acercaba a ella con prosa y recogió del suelo una shuriken, lanzándola sin si quiera voltear a mirar la ubicación de los muñecos atinando en el más lejano, justo donde supuestamente se marca el corazón.

Seishin la observó con profunda admiración y la mujer le devolvió una suave sonrisa con una cálida mirada.

.-Borra esa cara de frustración, aún eres joven y tienes talento- señaló a lo lejos una shuriken que había pegado en la madera que sostenía al muñeco, a tan solo unos centímetros del mismo- no te rindas por fallar una o mil veces, debes perseverar para alcanzar.

.-Pero aunque entreno… todos los días, hasta agotarme, yo…- habló tímidamente.

La mujer río con suavidad y posó una de sus arrugadas manos sobre la cabeza de la pequeña revolviendo sus cabellos.

.-Seishin-chan… Si caes siete veces, levántate ocho porque los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez, persigue tu meta y sigue esforzándote cada día más para conseguir aquello que tanto anhelas.

Las palabras penetraron la mente y el corazón de la niña de oscuros cabellos que sonrió ampliamente apretando sus pequeños puños con determinación.

.-¡Hai!- respondió con fuerza.


.-Debo continuar ¿Dónde están…?- pensó observando a poca distancia el punto de encuentro.