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Conmoción: La Séptima Sombra del Agua
Septima Sombra- Portada
(ショック:七代目水影, Shokku: Nanadaime Mizukage)
Información
Anterior Los Límites del Mañana
Número Capítulo #27
Saga La Danza del Agua (Saga)
Personajes
Kai Oyuki
Objetos
Sello de Jade

Conmoción:La Séptima Sombra del Agua (ショック:七代目水影, Shokku: Nanadaime Mizukage) es el capítulo # 27 de las Crónicas de la organización Mikazuki.


La peliazul le miró con confusión cuando fue el mayor quien con una rodilla en el suelo le hizo una respetuosa reverencia.

.-En sus delicadas manos reposa el mañana, Hikari-sama- sentenció y se levantó nuevamente.

.-Entonces... hora de comenzar ¡Debemos liberar al País del Agua!- exclamó con seriedad.

El viento de la mañana sopló con fuerza como si alentase a las palabras de la joven líder- Juntos... - observó fijamente a todos sus camaradas incluyendo al mayor.

• • •

El hombre sonrió con seguridad hacia el equipo.

.-Sus deseos son ordenes- aseguró y de entre sus ropas sacó un viejo pero bien conservado protector ninja con el símbolo del eclipse lunar grabado en su centro.

Ame sonrió ampliamente con alegría- gracias Makoto-jiichan- suspiró.

Los marineros que acompañaban al capitán Makoto observaban la escena desde lo alto de la nueva embarcación admirados, poco a poco sonrisas se dibujaban en sus rostros y se hicieron escuchar los aplausos rindiendo honores y en coro se escuchó "Mikazuki" seguido de más celebraciones y cantares.

El resto del equipo observaba con sorpresa y admiración al anciano pero fuerte hombre que ataba con determinación y fidelidad el protector a su frente.

.-Como en los viejos tiempos... Souta... -susurró el hombre con nostalgia observando distraídamente a la alegre peliazul que celebraba su unión.

Con una señal de mano y un "Lo harán bien" por parte del capitán el barco se perdió entre el mar y la distancia, con señas de despedida y tristeza en la mirada los marineros se alejaron con la esperanza de ver volver a su capitán, capitán que no les había permitido luchar, pues no sabía cual sería su destino, eran simples marineros sin experiencia en batalla en aquel mundo de paz, paz que comenzaba a corromperse.

y aquí estaba...

La organización de la luna creciente para atender el llamado.


• • •

En un amplio y poco iluminado salón similar a una oficina se podía observar la alta figura de un hombre contemplando a sus pies al país del agua a través de la ventana, un suspiro de aburrimiento escapó de sus labios y pasó una mano por sus cabellos blancos desordenándolos un poco. Con prosa, cerró las gigantescas cortinas que impedían el paso de la luz a la habitación y tomó asiento detrás del escritorio, tomando enseguida algunos papeles. 

Tres toques en la puerta alertaron la presencia de alguien más.

.-Adelante- dijo con voz fuerte y autoritaria sin despegar la vista de los papeles. 

Un hombre vestido como un ANBU ingresó en la habitación haciendo una reverencia respetuosa y sobre la mesa depositó un sobre amarillo y perfectamente sellado. 

.-Nanadaime-sama, se reportó actividad inusual en la costa oeste del país, una embarcación se ha varado en la arena, los tripulantes han huido en otro barco, nos mantuvimos observando a distancia pero no detectamos amenazas en ellos por lo tanto no vimos necesidad de atacar- Kai escuchaba atentamente las palabras inexpresivas del ANBU.

.-Y bien... si ya se han retirado ¿que me incumbe a mi eso?- interrogó restándole importancia al asunto.

.-Hay rastros de batalla en una zona apartada además, individuos portadores de capas blancas han sido observados movilizándose por el bosque- anunció, esto pareció interesarle un poco más al Mizukage.

.-Capas blancas...- murmuró pensativo- interesante...Puedes retirarte- ordenó.

El ANBU obediente desapareció del salón en milésimas.


• • •

.-Creo que este será un buen lugar para acampar por ahora- Ame señaló la orilla de un río rodeado con matorrales que podrían ser de mucha ayuda para camuflarse, el sol comenzaba a caer y poco a poco se internaban más en territorios resguardados por las fuerzas de Kai Oyuki por lo que tenían que mantener su cautela.

.-Hikari-sama- la voz seria de Makoto llamó la atención del joven equipo, Ame que se encontraba remojando sus pies a orillas del río mientras observaba a Nao y Ren pescar la cena volteó hacia el hombre con curiosidad, con su rostro marcando la muda interrogante.

.-¿Pasa algo Makoto-jiichan?- se acercó.

.-Creo necesario que conozcan detalles importantes sobre Mikazuki, ahora mismo, niños, caminan a ciegas en tierras desconocidas, deben conocer ciertas verdades por ahora- la mirada tranquila y amena de Makoto había sido reemplazada por una dura y fria que contagió a los presentes.

En un momento el ambiente jovial que los rodeaba a orillas del río se había esfumado y nadaba la tensión entre ellos.

De entre su ropa Makoto sacó un pequeño pergamino con varios sellos en su exterior.

Con cuatro posiciones de manos especiales, desconocidas para el grupo de shinobis, los cuatro sellos que protegían al objeto desaparecieron revelando el contenido del mismo, otro sello.

El hombre mordió su dedo y dejó caer una gota de sangre en el centro del conjunto de símbolos que formaban el sello final, entonces este comenzó a desprender un brillo de color esmeralda.

.-¡Liberar!- exclamó ubicando sus manos en una ultima posición especial, de pronto del lugar donde había caído la gota de sangre emergió un arma que Makoto sostuvo entre sus manos ante la mirada curiosa de los shinobi.

.-Cada uno de los miembros de la primera generación de Mikazuki guardó en su poder una joya- comenzó a explicar- las joyas pasaron a manos de sus sucesores, otros las conservamos y otros las recuperamos- miró directamente a los ojos de la kunoichi de cabellos azules que comprendió el mensaje indirecto.

.-Esta es la joya que se me asignó proteger Hisuishīru el sello de jade también la llamaban "la tercera" al ser la tercera de diez "joyas" ocultas en el santuario del Kogen, la leyenda dice que fueron creadas y utilizadas por la mismísima Natsumi Seikō para proteger el secreto.

.-Natsumi Seikō... -susurró Ame, tratando de recordar el origen de tan familiar nombre.

.-¿Que pasó con las otras joyas?- preguntó Shinku con seriedad.

.-Nueve joyas fueron portadas por la primera generación, de las cuales seis pasaron a manos de sus sucesores, la segunda generación, cuando decidí poner mi destino en manos del mar, estuve por entregar a Hisuishīru a tu abuelo, inesperadamente fue asesinado- reveló Makoto, esto no pareció sorprender a ninguno de los shinobis pero si instaló un peso en sus miradas.

.-Viejo- llamó Nao- dices que eran diez, pero solo nueve fueron portadas por Mikazuki ¿Dónde está la décima?.

El anciano inesperadamente rió.

.-Cabe destacar un punto importante, las "joyas" fueron descubiertas por tu abuelo, cuando nos aventuramos a explotar el santuario del Kogen al cual nadie podía acceder por el peligro que representaba y sigue representando, tu abuelo era un temerario, cuando encontró el diario de Natsumi-sama escondido en la mansión y leyó sobre las joyas no dudó en ir a buscarlas, jamás esperó que las joyas fueran el contenedor del grupo de armas de las que se hablaba unas paginas más adelante en el diario, hasta el día de hoy las verdaderas capacidades de Hisuishīru me son desconocidas ya que según lo que tu abuelo nos narró en el camino, no funcionan en su máximo potencial sin el koton- entonces señaló dos pequeñas gemas verdes en la parte inferior de la katana.

Los jóvenes incrementaron su interés motivando al anciano a continuar.

.-Cuando llegamos al santuario guiados por el mapa mal dibujado en el diario de Natsumi-sama- soltó una pequeña risa- descubrimos que en la cámara secreta donde se encontraban las joyas, efectivamente había 9 joyas y un espacio vacío en el centro de la recámara, donde se suponía debía estar un zafiro blanco, nunca supimos nada acerca del zafiro blanco ya que tampoco Natsumi-sama había escrito nada acerca de esa espada, o quizá si, en el diario había una página faltante.

Ame escuchaba embelesada la historia del anciano ¿cuántos secretos más guardaba sus orígenes? se preguntaba.

.-Así que la décima sigue perdida- soltó inesperadamente Ren mirando con seriedad al anciano.

.-En realidad no es la décima, si no la primera, simplemente al ser la que está perdida la llamamos "la décima"- le devolvió la mirada a Ren con algo de sospecha - Hime-sama, tu abuelo le dedicó su vida a buscar al zafiro blanco y la página faltante del diario, sin embargo jamás obtuvo nada y el misterio sigue sin resolverse hasta estos días.

En los rostros de los presentes se marcó la curiosidad y dirigiendo miradas pensativas al agua se preguntaban ¿quien era Natsumi Seikō?, ¿que pasó con el diario?, ¿por qué de la existencia real de aquellas armas selladas en gemas?.


• • •

El silencio y las tinieblas reinaban en la tétrica oficina donde se encontraba Kai Oyuki.

.-Parece que los niños están buscando nueva guardería, Kai...

El hombre sonrió de medio lado ante las palabras de la mujer de cabellos plateados que se presentaba ante él como si de un espectro se tratase.

.-¿Es esa forma de saludar al Mizukage, Kurai-chan?- expresó con arrogancia.

La mujer le devolvió la sonrisa con falsedad y con un toque de maldad apareció tras su espalda, rodeando con sus brazos el cuello del hombre, con sigilo deslizó la uña de su dedo indice en la yugular del Nanadaime, haciendo que bailara sobre su piel en un jugueteo constante, sin detener sus movimientos se acercó al ido de Kai y susurró:

.-No soy otra de tus ratas... Oyuki-kun- remarcó con sarcasmo el honorífico.

Todos los músculos del cuerpo del Mizukage se tensaron ante las delicadas pero significativas palabras de la mujer, ella poseía un aura oscura e intimidante, sabía que no dudaría en acabar con su vida y por consiguiente con sus planes cuando desease así que... no le convenía dejar que se voltearan las cartas, ya se desharía luego de ella- sonrió con maldad- para deshacerse del ápice de temor que le había invadido prosiguió con la conversación.

.-Capas blancas- le dijo con seriedad apartando con suavidad las manos de la ilusión de su cuello, que con aburrimiento le soltó.

.-Mikazuki...- le dijo- un pajarito me ha contado que vienen bien acompañados- canturreó y relamió sus labios con sadismo- ahora mismo esas cucarachas albinas podrían convertirse en tu peor pesadilla...-susurró la mujer desapareciendo lentamente con una sonrisa malvada pintada en sus labios.

Se notaba que estaba disfrutando del espectáculo, fue el primer pensamiento de Kai cuando la mujer desapareció por completo de la habitación.

Sin esperar un segundo más un ave apareció en su brazo ante un rápido llamado, a la misma velocidad escribió una sola palabra en un pequeño papel, atándolo a la pata del pájaro.

Aniquilenlos...

Y el pájaro partió por la ventana emprendiendo su vuelo para llevar el corto pero significativo mensaje.

.-Que comience la fiesta... -murmuró viendo al pájaro volar, mientras una profunda y desquiciada risa emergió de los profundo de sus entrañas.




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