Princesa de la Niebla | ||||
(霧の王女, Kiri no ōjo) | ||||
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Información | ||||
Anterior | Memorias Reflejadas en el Horizonte | |||
Número | Capítulo #22 | |||
Siguiente | Palabras | |||
Saga | Determinación (Saga) | |||
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Princesa de la Niebla (霧の王女, Kiri no ōjo) es el capítulo # 22 de las Crónicas de la organización Mikazuki.
El filo de una espada brilló bajo la luz de la luna revelando la ubicación de su atacante en el mástil, esperando paciente la reacción de los viajeros.
Sin vacilar Ame dirigió sus pisadas hacia su camarote en búsqueda de su espada, no sin antes con su mirada pedir a la Uzumaki que le cubriera las espaldas.
.-¡¿Quien eres?!- exclamó la peliroja- ¡Muéstrate!- su voz resonó en la oscuridad de la noche anunciando una próxima batalla.
Comprendiendo muy bien el mensaje el inesperado visitante descendió serpenteando alrededor de la alta estructura de roble, que se elevaba desde el centro del barco, en la que estaba amarrada una gran tela blanquecina que ondeaba viento a favor. Su cuerpo adoptó la forma de una nube da vapor casi transparente y se deslizaba por toda la cubierta del barco. Observaba a los tripulantes y pasaba entre ellos rozando sus cuerpos lo que les hacía estremecerse al sentir una fría corriente que cortaba como el hielo. Los miembros de Mikazuki sentían la extraña presencia pero guardaban silencio, solo se miraban confusos y aturdidos.
.-¿Ustedes también lo sienten, verdad?- Preguntó Nao con cierta perturbación en la mirada.
El resto se limitó a asentir con discreción, cuando de repente Shinku asestó un rápido golpe donde se encontraba la misteriosa nube vaporosa provocando que ésta se retirara de forma pasiva y calmada. Una vez a una distancia segura se irguió una esbelta mujer de cabellos oscuros y mirada sádica.
.-Transmites demasiado frío para ser una mujer tan bella- comentó Nao observando fijamente a la joven y lentamente una media sonrisa se dibujaba en su rostro.
El ataque no tardó en llegar la voz suave de la chica de cabellos oscuros pronunció- Ranton: Reizā Sākasu- una oleada de brillantes haces de luz fue disparado en su dirección.
Con gran rapidez Zack interpuso su espada para proteger a los temerosos marineros, por su parte, Nao reaccionó creando un enorme escudo de hielo en frente a todos para protegerlos, desviando el ataque de la joven desconocida.
La usuaria del Ranton no tardó en moverse nuevamente, esta vez apareciendo frente a los jóvenes de Mikazuki y desenvainando su espada, lista para una verdadera batalla.
El barco se movió violentamente anunciando su cercana desaparición, con el sigilo de un gato Ame se movió entre los escombros acomodando su posición con Gesshoku, lista para atacar a la kunoichi por la espalda.
Ocultando completamente su presencia hizo una diminuta señal a la pelirroja la cual fue captada con seguridad, sin esperar más y sabiendo perfectamente que su oponente la había sentido se lanzó al ataque con Gesshoku, en busca de una distracción, la pelinegra se giró ágilmente bloqueando el ataque con su propia espada, aprovechando la distracción y con una increíble velocidad Shinku se lanzó al ataque, en su mano brillaba el Chidori: Kōsō para la mujer de Kiri fue imposible esquivar el segundo ataque, por lo cual cayó de rodillas sosteniendo su herida sangrante, trató de levantarse pero Zack sostenía peligrosamente su espada contra su cuello.
El barco volvió a temblar con más violencia y pudieron observar como comenzaba a partirse en dos, el peligroso crujir de la madera parecía cantar una melodía fúnebre, con la desesperación y adrenalina a flor de piel la Senko volteó su mirada hacia atrás, pudiendo observar entre la oscuridad y a lo lejos un reflejo de lo que era la costa, con esperanza y un impulso supervivencia, Ame concentró todas sus fuerzas en un intento de mover el barco hacia la costa haciendo uso de las aguas que los rodeaban, Nao se percató de las intenciones de su compañera y trató de darle apoyo a esto se sumaron los shinobis que abordaban el barco junto con ellos y el capitán del mismo.
.-¡Juntos!- exclamó con fuerza Ame mientras los demás daban todo de si mismos.
La aguas comenzaron a ceder y poco a poco el barco era impulsado con velocidad hacia la costa, Seishin desde su posición observó sorprendida la fuerza de voluntad que brillaba en todos ellos que si bien no podían controlar el agua hacían intentos por mantener dentro del barco a sus compañeros a pesar de la fuerza con la que la embarcación se iba deteriorando.
Finalmente con un fuerte estruendo el barco tocó aguas bajas, estancándose y terminando de destruirse, sus abordantes irremediablemente cayeron en el agua, siendo posteriormente arrastrados por las olas hacia la arena de la playa.
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Sus ojos violeta se entreabrieron lentamente, y una oleada de tos atacó su cuerpo produciendo feroces sacudidas hasta expulsar de su organismo cualquier resto de agua que quedase. El impacto había sido severo, a lo lejos los primeros rayos de luz comenzaron aparecer y gracias a ellos pudo vislumbrar la silueta femenina de quien se encontraba inconsciente a su lado, alargó su brazo con algo de debilidad tratando de tomar la muñeca de su compañera y comprobar sus signos vitales.
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Suspiró profundamente aliviada al sentir el pulso de su compañera latir suave y lejano, trató de levantarse para buscar a los demás, pero una nueva oleada de tos le atravesó el pecho, una vez terminó el ataque trató de calmar su brusca respiración mientras buscaba con su mirada mucho más despejada a sus acompañantes, logrando divisar a los lejos a Nao, Zack y algunos tripulantes, un poco más cerca encontró a la kunoichi que les había atacado con anterioridad removiéndose en la arena con intenciones de despertar.
Se apresuró a acercarse para evitar un nuevo ataque o un intento de escape, pues la joven notoriamente pertenecía a ese país y podrían obtener información útil e importante para una estrategia.
De pronto unas pisadas a su espalda la alertaron de que alguien más había despertado y al voltear se encontró con Nao a su espalda.
.-Buenos días- le saludó el joven de Konoha- ¿te encuentras bien?- preguntó algo preocupado.
Asintió suavemente respondiendo- Si, buenos días.
Esta vez la atención de ambos shinobi fue captada por los movimientos de la joven que al fin comenzaba a abrir los ojos, y al igual que Shinku entre ataques de tos expulsó cualquier intruso en su organismo y fijó su mirada asustada y preocupada en los Shinobi que tenia enfrente.
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